TESTIMONIO
DEL ENCUENTRO DE CAROLINA.
Me
llamo Carolina y pertenezco desde mi niñez a la preciosa Parroquia de Santa
Brígida, en las medianías de Gran Canaria.
Acudí
al Encuentro de ACG celebrado del 20 al 22 de julio del 2018, con deseo de profundizar en su temática, LA MISIÓN. He de confesar que
previamente al mismo, para saciar el ansia por saber que me surgió sobre tan
amplia materia, acudí al Evangelio según San Mateo, al capítulo 10, que está
dirigido a los discípulos de entonces – siglo I d.C.- y los de ahora –siglo XXI
d.C.-: El evangelista usa unas Palabras
de Jesús que crean continuidad entre el discipulado, Jesús y el Padre (Mt 10,
40): “Quien a ustedes recibe, a mí me
recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado”. En este sentido, la organización de ACG me
hizo experimentar esta hermosa frase de Jesús, en medio de una comunidad de cerca
de 150 -y en ocasiones se sumaban más- hermanos
en la fe, de las dos Diócesis -de Canarias y Nivariense- y de la Península. Y como leí en el Evangelio,
en el centro de todo, estaba el Padre. Sentí realmente en primera persona lo
transmitido por el Papa Francisco que “los discípulos misioneros acompañan a los
discípulos misioneros” (EG 173).
Por
otro lado, en Mt 10, leí que los
discípulos de entonces tenían unos rasgos que les identificaban con Jesús, por
ejemplo, carecían de lo material, sin mucha indumentaria o dependientes de otros
para alimentarse: Y en este Encuentro de igual modo, lo material pasó a segundo
plano, con poco, se hizo mucho: Vivenciamos
todos el milagro del compartir las tareas, los talleres, la comida, la
asistencia sanitaria, o lo que fuese necesario.
De
igual modo, en Mt 10 descubrí que a los discípulos se les presenta como
continuadores de la evangelización, de la oración y también del destino de
Jesús: En este sentido, en este Encuentro de ACG, pude experimentar que dicha MISIÓN es una
labor de todos: Adultos, jóvenes y
niños. No fue fácil antes y tampoco lo
es hoy en día. Pero en esos tres días de convivencia, en consenso determinamos
que es importante caminar en comunidad, sentir que en nuestras dificultades somos
escuchados y escuchar, pasando nuestra escucha por el corazón para que esta se
pueda traducir en la vida.
Me
marché muy optimista y lo sigo estando: Comprobé que puede haber comunión entre
hermanos, presidida por el encuentro con
Cristo. Desde ahí, podemos establecer la
MISIÓN que Él nos encomendó y materializar lo que nos requiere el Papa
Francisco: “La Iglesia en salida es la
comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que
acompañan, que fructifican y festejan” (EG 24).
Para
concluir, destacar de este I Encuentro, que se va a dar continuidad a lo que
allí se demandaba, por ejemplo, seguir
compartiendo la fe en grupo, para los jóvenes que así lo solicitaron. En este sentido, me llamó la atención, que
salimos del mismo con fechas para próximas asambleas (13/10 Lanzarote-Fuerteventura y 27/10 en Gran
Canaria). Con la ayuda del Padre,
seguro que será el Primer Encuentro de muchos que vendrán. ¡¡GRACIAS ACG!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario