jueves, 1 de octubre de 2020

ASAMBLEA DIOCESANA DE ACG (19-9-2020)

 


El sábado, 19 de septiembre de 2020 se celebró la Asamblea Diocesana de Acción Católica General, en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, de Los Arbejales, Teror. Esta es una de las parroquias del Consiliario diocesano de ACG, Juan Manuel Molina Benítez.

Se contó con diferentes momentos:

- Bienvenida, por parte de Fernando Afonso, presidente diocesano de ACG, en donde dio una pequeña visión de cómo hemos estado durante esta situación excepcional de la pandemia del coronavirus, e invitó a leer la reflexión que había elaborado Caminando en un tiempo excepcional. Claves del curso 2020-21 (al finalizar esta reseña).

- Valoración de cómo venimos tras el confinamiento. 



















- Oración. 

- Valoración de la Programación 2019-20, con un montaje fotográfico. 











- Elaboración de la Programación 2020-21.

- Aprobación del Calendario 2020-21.

- Economía de la ACG.

Finalmente, en este tramo de la jornada, se celebró la eucaristía, en la iglesia, en la que de llevó todo lo trabajado, y se contó con la gran alegría de dar el paso a la Acción Católica General de Rubén Hernández Déniz, uno de los jóvenes, del grupo de jóvenes de ACG, en donde en medio de la eucaristía se realizó el ritual de la Asociación para la entrada de un nuevo miembro. Fue presentado por su acompañante, Elena Rodríguez Reyes.









































Fue un momento de mucha intensidad, por lo significativo del mismo, y más en estos tiempos. Fue un motivo muy especial de dar gracias al Padre por esta nueva incorporación. 




Para finalizar, se compartió la comida, en la casa parroquial, con tarta incluida,  por el "nuevo fichaje" de ACG, y por el cumpleaños de Juan Molina, nuestro Consiliario. 

  



Un abrazo en Cristo Resucitado.



CAMINANDO EN UN TIEMPO EXCEPCIONAL. CLAVES DEL CURSO 2020-2021

 

Hace unos seis meses que estamos viviendo una situación que al finalizar del año 2019 no hubiéramos podido imaginar. Propio de una película. Una situación excepcional, derivada de una pandemia creada por el coronavirus, que nos ha cogido a todos “con el pie cambiado”. Una situación de “resistencia” a la covid-19:

 

En su libro “La resistencia íntima”, Josep Maria Esquirol manifiesta que “el resistente no anhela el dominio, ni la colonización, ni el poder. Quiere, ante todo, no perderse a sí mismo, pero, de una manera muy especial, servir a los demás”. “Existir es en parte resistir”. El pensador catalán muestra con claridad cómo la resistencia es confrontación con la “dureza de la realidad”, como la que nos vendrá tras la pandemia, una realidad que parece querer fragmentarnos, rompernos, disgregarnos, vulnerabilizarnos.[1]

 

         Esta situación que vivimos de limitación y de resistencia nos invita a tener en cuenta una serie de aspectos, que nos pueden ayudar a nivel personal, y en nuestras relaciones y labores del día a día:

 

1. Pararse.  Con una doble intención:

 

1.       Asumir la situación, no cayendo en el activismo del hacer por hacer, desnortados, sino tomando conciencia de nuestra situación, y de las personas que nos rodean, valorando las necesidades físicas, psicológicas, sociológicas y espirituales, de forma integral.

2.       Realizar propuestas a esas necesidades, siendo lo más creativos posibles, siendo proactivos en los planteamientos. De esta forma, y con esta actitud, las dificultades se pueden convertir en un reto, y puede aparecer la esperanza y la ilusión. [2]

 

Hay esperanza cuando resistimos, aunque no sea clara, expresable, definida. Confiamos que no todo está abatido, derrumbado, que hay vida que germinará, que ya está germinando. Esa resistencia es desde lo central de nosotros mismo y de nuestros vínculos fundamentales. Es una resistencia del corazón, desde el diálogo interior que se da en el hogar, en el salón, en el sofá, en la mesa, en lo íntimo de la pareja, de la paternidad, del amigo. […] Desde este rincón resistimos al egoísmo, la indiferencia, la actualidad, el absurdo, la injusticia. Y en esa resistencia ya no sólo somos pasivos, sino iniciamos con fuerza un camino abierto, un brote, una germinación desde la semilla que somos. […] La resistencia no se fija en la actualidad sino en la travesía, en el medio plazo.

 

 2. Nosotros también estamos necesitados. No somos súper hombres o súper mujeres. Los asociados de la ACG somos humanos, y esta situación nos puede haber desbordado. Por ello, debemos cuidarnos y protegernos, por medio del acompañamiento, en el grupo de vida, y del compartir nuestras situaciones, con personas de confianza.

 

3. Estamos ante una realidad cambiante, a la que no estamos acostumbrados. Lo que vale hoy, ya no es válido para la próxima semana. Por ello, con este tiempo nuevo hay unas actitudes que han aparecido, y otras a cultivar, que favorecen el día a día tan excepcional que estamos viviendo:

 

a)       FRAGILIDAD: esta situación nos ha puesto de frente con nuestras limitaciones y fragilidades. Hasta antes de la aparición de la pandemia del coronavirus, el ser humano podía tener actitudes hasta de prepotencia. Ahora, se ha derrumbado toda esa armadura, y ha aparecido lo que somos.

 

b)      INCERTIDUMBRE: esta nueva realidad que estamos viviendo nos está desmontando algunas bases de sustentación humanas, espirituales y/o religiosas que teníamos hasta antes de la pandemia. Y nos está haciendo una invitación a vivir en la incertidumbre, con todo lo que ello supone de despojarnos de nuestras seguridades, y de “vivir a la intemperie”.

 

c)       FLEXIBILIDAD: ayuda a tolerar los cambios que se van dando, y que son inevitables. La flexibilidad nos permite ver la realidad con “otro color”. Y poder descubrir otros caminos antes no imaginados, siendo más creativos.

 

d)      AUTENTICIDAD: Ahora no vale esconderse detrás de una máscara, porque la covid-19 nos la puede arrebatar de un plumazo, sobre la marcha. Es momento de dejar ser a lo más genuino de nuestro ser.

 

e)      ACOMPAÑAR: Cuando acompañamos y cuando nos dejamos acompañar se genera una corriente afectiva, de cercanía, de complicidad y de fraternidad que no sólo aligeran las cargas, sino que ayuda a ver la realidad de forma diferente: Y algo fundamental, se espanta a la soledad. Aquí ha tomado especial relevancia todos los medios telemáticos, muy importantes en estos momentos.

 

f)        COMPARTIR: al compartir, con sinceridad, en el equipo de vida, o con otras personas de confianza, las dificultades que se pueden estar viviendo por esta situación en la que estamos, permite llevar mejor el día a día. Una dificultad compartida, se reduce; una alegría compartida, se amplía. Cuando verbalizamos y echamos hacia fuera aclaramos nuestras “aguas internas”.

 

g)       AGRADECER: con el agradecimiento nos volvemos a lo sencillo, a lo cercano, y a cultivar “otra mirada” más serena y profunda. La mirada del Maestro de Nazaret. Descubriendo otra realidad, con otra velocidad.

   

  1. Nuestras raíces, en quién nos sustentamos. En esta sociedad tan plural en la que estamos insertados, los creyentes caminamos con Jesús de Nazaret, tras Él. Viviendo desde el prisma de sus actitudes, y desde las herramientas de la ACG, (Revisión de Vida, Estudio del Evangelio, Proyecto Personal de Vida Cristiana y, Lectura Creyente de la Realidad), se favorece la transformación de la realidad, y simultáneamente, la transformación personal.

 

Para ello, nos ayuda, en estos momentos que vivimos, contar con tiempos de silencio, para serenar las “aguas internas”, como comentamos anteriormente. Si este silencio lo nutrimos con la meditación, con la oración o con la contemplación, podemos obtener una gran recompensa.

 

“Es tiempo para hacer silencio, y entrar en la cueva del corazón”. (Xavier Melloni, SJ)

 

Y, a modo de conclusión, dejándonos tocar por las palabras de Santa Teresa de Ávila:

 

Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta. […]


Los Arbejales, 19 de septiembre de 2020.

 

 

                                               Fernando Javier Afonso Alonso.

                                               Presidente de ACG de la Diócesis de Canarias.



[1] FRANCISCO JAVIER DE LA TORRE. “LOS CONFINADOS. Manual de resistencia (para salir fortalecidos tras el covid-19)”. Cuadernos de ética en clave cotidiana. FUNDERÉTICA (Fundación Europea para el Estudio y Reflexión Ética). Editorial Perpetuo Socorro. Madrid. 2020.

[2] Ídem.